Fear[s] of the Dark
Sinopsis de la película
Ya lo decía el productor Val Lewton (artífice de algunos de los hitos de Jacques Tourneur): lo que más teme el hombre es la oscuridad. La crème de la crème del cómic y la ilustración se ponen al servicio del cine para crear una película colectiva centrada en el miedo a aquello que no se ve. La variedad de nombres se traslada al plano estético que va desde la geometría pura a trazos más figurativos y las historias transcurren por distintos senderos del terror: un hombre atrapado en una casa, niños que desaparecen, pesadillas e insectos devoradores. El resultado, sin embargo, posee una misteriosa unidad, el secreto de toda una revolución de la animación.
Detalles de la película
- Titulo Original: Peur[s] du noir
- Año: 2007
- Duración: 78
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargar una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te citamos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
6.6
70 valoraciones en total
Nos encontramos ante una película con un guión (o colección de guiones, en este caso) rematadamente tonto, tópico y aburrido. Sobre todo aburrido. Los autores de Peur(s) du Noir se entregan completamente al dibujo y al diseño de sus cortos despreciando absolutamente el argumento. El resultado una monería estética que no se sostiene por ningún lado. El caso más extremo lo encontramos con Richard McGuire, cuyo corto es visualmente magistral pero argumentalmente más visto que el tebeo. Originalidad cero. El corto de Lorenzo Mattotti no puede ser más tontorrón y simple, soporífero hasta decir basta (y visualmente es el peor). El corto de Marie Caillou desentona grotescamente con los demás visualmente, pero el argumento sigue en la misma línea de simpleza y tontorronería. Al menos los incisos de Blutch y Pierre Di Sciullo son honestos y no fingen tener argumento, sino que se recrean directamente en una estética curiosa.
El único que salva el tipo es Charles Burns, y a sus fans (entre los que me cuento) les gustará ver la estética de sus comics trasladada 1:1 a la pantalla. El argumento también es poco original y no aporta nada nuevo a su universo particular (parece un capítulo de Agujero Negro ), pero al menos entretiene.
En resumen: vean el de Charles Burns y el de Richard McGuire, y punto.
Por cierto: la película no da miedo ni por un segundo, no sé si era la intención de los creadores.
6 artistas del cómic y la ilustración se unen para dar a luz (o a oscuridad) uno de los experimentos más gratificantes del año. Diferentes historias y un sólo punto en común: el miedo a la oscuridad. Este prototipo universal de miedo alcanza su punto cúlmine con la última historia donde el mayor logro del dibujante es el espacio no dibujado, pues el espectador tiene que completar mentalmente las figuras propuestas, en una historia que sí, consigue que empaticemos con las emociones de su protagonista. Pero en realidad, el miedo a la oscuridad, universal, es una excusa para contarnos miedos más profundos y terroríficos, como el miedo a la soledad.
Sin duda, Fear(s) of the dark es todo un ejercicio de una originalidad desconcertante, que acompañado de una banda sonora bastante chula, supone una revolución en la animación.
Al fin puedo añadir a la escasísima lista de películas de animación estimables de corte terrorífico-fantástico una más. ¿Tan complicado es?
Por fin puedo unir a Blood el último vampiro, Perfect Blue, La leyenda de Sleepy Hallow (sí, sí, la de Disney), Heavy Metal y poco mas, otro film que en realidad no lo es, ya que se trata de un conjunto mas o menos inconexo de relatos.
Cinco relatos desiguales pero destacables, en blanco y negro y cada uno a su estilo. Los mejores: el del hombre y los perros que va enganchando cada historia, el del insecto y, sobre todos los demas, el del hombre de la casa en la nieve, un prodigio de intriga a base de (des)iluminación y silencio.
¿Le temes a la oscuridad? La oscuridad es en sí misma, un modelo universal del miedo. Miedos conscientes que develan temores más profundos y universalmente compartidos, es la premisa de la que parte la animación francesa Fear (s) of the Dark, trabajo colectivo que bajo la dirección artística de Etienne Robal permite que diferentes artistas gráficos aporten su visión sobre el miedo, la oscuridad y las pesadillas. Aunque al principio cuesta un poco entender la dinámica, luego logras comprender que estas historias están entrelazadas sólo por el común del blanco y negro y la temática. No es como otras películas de historias variadas, en las que hay una narración central que las une. El arte de la película está bastante bien, distintas líneas y estilos de animación. A ratos desconcierta, pero vuelve a tomar rumbo, hasta llegar a la historia final, muy de mi gusto, en el cual las sombras juegan en su arte con la técnica de figura y fondo, en la cual la mente completa la figura (como en su póster). Nunca el arte del comic se había mostrado de esta manera. Sumamente recomendable
Tuve una pesadilla. Caminaba de frente, en línea recta, y el lugar en el que me adentraba se iba derribando a mi paso. No era destrucción como tal, una nube de oscuridad, fría, impersonal, asolaba todos y cada uno de los elementos que componían aquel paisaje. Pero incomprensiblemente avanzaba sin un destino claro. De repente, un manto negro calló sobre mí. Una tela espesa, pesada, asfixiante, que había convertido mi camino en un túnel sin un ápice de luminosidad. Avanzaba, me faltaba la respiración, me aplastaba aquella tela, pero seguía hacia delante, sola, obsesionada con andar por ese desafortunado sueño. Todas las noches tiene un fin, y llegó el momento en el que paré en seco, porque sentí miedo, el manto no me llevaba a ningún lugar y nada podía ver, era un camino solitario que no tenía un destino final. Perdida. Para nunca más salir…
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al despertar. La habitación se había transformado en una prolongación de ese mal sueño, todo oscuro, ni un pequeño resplandor me acompañaba. Pero hay miedos que no se traspasan a la más pura realidad, y durante horas pude mirar a la nada pensando en tantas cosas que nunca tienen solución y que sólo vuelven a nuestra mente tras experiencias desoladoras como esta.
Como las cuatro experiencias perpetradas por los distintos autores. Cuatro modos de separar el miedo de la oscuridad. Miedos personales, intransferibles, que se escudan en la ilusión óptica que seduce del dibujo trazado sobre el papel, para demostrar que la oscuridad, por sí sola, nunca nos dañaría, pero la mente ajena, arropada por la clandestinidad del negro, se torna peligrosa y maquiavélica.
Una irregular difusión de historias para no dormir, con una acertada mezcla de contenidos, los miedos tienen todo tipo de dimensiones y características, y cuatro conversaciones enfrentadas sobre temores dispares nos intrigan a lo largo de esta fría noche con fortunas e infortunios, en clara dependencia de las preferencias de quien observa.
Cuando la luz no nos acompaña, la vulnerabilidad se hace presente y el miedo ataca de nuevo junto con nuestros fantasmas más prohibitivos y privados.
Seguía todo negro cuando desperté.