El arrecife de la muerte
Sinopsis de la película
Los Rhys y los Petrakis son dos familias dedicadas al buceo y a la recolección de esponjas marinas. Cuando Mike Petrakis va a bucear a una peligrosa zona que pertenece al territorio de los Rhys y sufre un fatal accidente, se desencadena la guerra entre los dos clanes
Detalles de la película
- Titulo Original: Beneath the 12-Mile Reef aka
- Año: 1953
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
5
81 valoraciones en total
El hombre del bigotito quiere esponjas. Es un referente entre los compañeros, le quieren y le respetan. Gilbert Roland es un hombre apasionado, competitivo y muy capaz.
La presencia de su hijo en el trabajo le motiva más de lo deseado.
La película tiene los elementos básicos para contar una aventurilla: situaciones de peligro, historia de amor secundaria y un poquito de suspense.
No obstante no es ninguna película que ofrezca algo destacable, a excepción de las apariciones de Gilbert Roland y Richard Boone.
Robert Wagner está muy tiernecito. Él y su novia hacen una pareja con poco atractivo. Se les nota que cuando toman el sol se dan cremita el uno al otro y se hablan diciendose siempre cariño con mucho mimo.
-Cariño, hoy en vez de esponjas podías traer una buena merluza de pincho.
-Lo intentaré, cariño.
La discreta Duelo en el fondo del mar del discreto Robert D. Webb no destaca por nada pero hay dos cositas que permiten un mínimo de atención: la banda sonora de Bernard Herrmann, todo un especialista en el género antes de fichar por Hitchcock, y un montaje rarísimo que no sabemos si es por culpa de la mala conservación que sufrió la película o por la impericia de los profesionales. El resto, muy olvidable.
¡¡¡Algo que usted no ha visto jamás!!!
El primer Cinemascope submarino
DUELO EN EL FONDO DEL MAR
La existencia peligrosa y violenta de los pescadores de esponjas en un espectáculo único e incomparable (Autorizado para todos los públicos) .
Así rezaba la publicidad del programa de mano del Teatro PRINCIPAL de Mahón, allá por noviembre de 1955.
En Bilbao lo estrenó el Teatro Ayala.
Vista dos veces en mi vida, la primera de ellas, hace un millón de años (más o menos), mi opinión fue esta:
Entretenida película de aventuras, donde el melodrama y la comedia se alternan con precisión.
Bonita fotografía y bellos paisajes.
Gusta, aunque creo se olvida con facilidad .
Bien, vista por segunda vez, en una cadena privada de televisión, en septiembre de 2020, mi opinión es más o menos la misma en cuanto a que me ha vuelto a gustar. Lo del melodrama y, sobre todo, la comedia , ahora mismo no sé porqué lo destaqué.
Es un cine de aventuras clásico, de los que en el Hollywood de los años cincuenta del pasado siglo se hacían con profusión, sentido del espectáculo, cariño y dedicación.
Es muy entretenida y su visión resulta fácil, siendo por ello, quizás, no difícilmente olvidable pasado un tiempo. Pero mientras se ve gusta y hace pasar un rato muy ameno.
Es un placer ver a muy estimables intérpretes como el siempre dinámico Gilbert Roland, el gran Richard Boone (en un papel por debajo de su valía) y el siempre excelente J. Carroll Naish. Por su parte está de protagonista un muy joven Robert Wagner tratando de encontrar su lugar en Holllywood.
Lo mejor, sin duda, es el empaque técnico, con una soberbia banda sonora de Bernard Herrman y cómo no, la exquisita fotografía (nominada al Óscar) a todo color y en Cinemascope, de Edward Cronjager.
El final, un tanto facilón, pero se perdona pues antes hemos disfrutado con este ejemplo del cine hecho con amor en el Hollywood de mediados del siglo pasado.
Un cine, sin duda, que ya no se hace salvo en contados ocasiones (y que no suele tener mucho éxito comercial, por cierto).
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Película de aventuras cuyo mayor logro es haber sido una de las primeras filmadas en Cinemascope. Se deja ver sin problemas con Robert Wagner y Gilbert Roland haciendo de griegos recolectores de esponjas. Las escenas bajo el agua están bien filmadas.
Muy buena muestra del cine de aventuras de los 50, muy entretenida y con buena interpretación tanto de los principales protagonistas como de los secundarios. Bellísima fotografía y valores muy recomendables y poco vistos actualmente como el perdón o un profundo sentido de lo familiar caracterizan a una película ágil e ideal para pasar una buena tarde de fin de semana. Robert Wagner ya apuntaba maneras de buen actor y las escenas del mar resultan preciosas.