Dark water (La huella)
Sinopsis de la película
Remake de un film japonés del mismo título. Dahlia Williams (Jennifer Connelly), una mujer divorciada, decide empezar una nueva vida y se muda con su hija a un viejo y extraño apartamento, en el que pronto comienzan a suceder cosas extrañas: ruidos misteriosos y una mancha de humedad que se extiende por las paredes de la casa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dark Water
- Año: 2005
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
Película
5.1
27 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alison Sealy-Smith
- Ariel Gade
- Bill Buell
- Camryn Manheim
- Craig muMs Grant
- Debra Monk
- Diego Fuentes
- Dougray Scott
- Edward Kennington
- Elina Löwensohn
- J.R. Horne
- Jennifer Baxter
- Jennifer Connelly
- John C. Reilly
- Kate Hewlett
- Linda Emond
- Matthew Lemche
- Perla Haney-Jardine
- Pete Postlethwaite
- Simon Reynolds
- Tim Roth
- Warren Belle
- Zoe Heath
Notable remake de la película japonesa donde Walter Salles, un director inesperado en este tipo de productos, consigue lo que aquella: inquietar al espectador sin necesidad de sustos a todo volumen o efectismos baratos, sino creando poco a poco una atmósfera sórdida, enrarecida, desasosegante. La clave de la película original y de este remake está en el crescendo atmosférico, que poco a poco va inundando la vida de los protagonistas hasta engullirlos. La historia no es para nada original, pero su tratamiento es muy novedoso, pues se incide en el drama humano de los personajes, dejando que lo sobrenatural se mantenga en un segundo plano para progresivamente ir introduciéndose en el núcleo familiar. Todo eso hasta desembocar en un hermosísimo y emotivo final, donde la película incluso alcanza ciertas cotas de lirismo.
Una recomendable película con una historia muy humana, más cercana al drama que al terror. Desde luego, no es el típico film descerebrado de terror para pasar el rato. Dark Water busca que nos impliquemos en el drama de sus personajes y que reflexionemos sobre el complejo mundo infantil y cómo los adultos lo abordamos. Un buen remake que no supera a la original de Nakata, pero que es sin duda una digna reinterpretación.
Excelente la cada vez más interesante Jennifer Connelly, al igual que el resto de secundarios.
La historia que inicialmente se cataloga en el género de terror, es más bien una historia de profunda tristeza sobre el abandono. El personaje, una vez más genialmente interpretado por Jennifer Connelly, queda inmersa en una profunda desolación tras su divorcio que se une al catálogo vital de desarraigo emocional que marca a esta mujer. Sólo volcándose por completo en su hija, consigue dar sentido a su vida. La historia paralela de la niña fantasma es, a mi juicio, mucho más secundaria y sólo parcialmente abordada por un Walter Salles mucho más interesado en la disección del personaje de la Connelly que en producir ningún escalofrío. Muy buena música y fotografía, refuerzan la calidad de un film que, a buen seguro, sorprenderá a quienes vayan buscando un intrascendente producto de terror.
Si al final el desenlace va a ser porque sí, por capricho arbitral, nos podíamos haber ahorrado sospechar de este y el otro, o dejarnos arrastrar hacia tramas y subtramas que nos tomábamos en serio.
Tanto amagar y amagar, apuntando indicios criminales, insinuando misterios sobrenaturales, fantasmagorías y psicofonías, dejando caer pistas de intrigas conspirativas en medio de la exuberancia ambiental, la apoteosis de la humedad en el lastimoso apartamento donde criar champiñones y ranas… ¡y al final todo se va de golpe por el sumidero!
Ese microcosmos inundado se reitera obsesivamente a través de goteras, chubascos y diluvios, grifos, encharcamientos, cisternas, fregaderos, lavadoras, bañeras, depósitos…
Pero que para abundar en ello también el guión haga aguas, resulta un poco exagerado.
Lo mejor, con diferencia, es el trabajo de Jennifer Connelly, que ha conseguido convertir su rostro en un espectáculo fascinante, repleto de acontecimientos sutiles.
Sólo por ella merece la pena ver el film: lo vuelve pasable.
Es un gran alivio ver películas que se desmarcan de la costumbre del pin-pan-pun y los fuegos artificiales tan utilizados en (casi) cualquier cinta actual. No hace falta recurrir a todo eso en dark water para sentir agobio. Y se siente desde los primeros minutos, más por culpa del personaje de la madre que por el terror , porque es realmente una obra de misterio y drama, y no de terror.
La herencia de la novela y posterior película japonesa es por supuesto su base, pero también es alargada la sombra de el sexto sentido .
No será una película que vaya a revolucionar el cine, pero insisto, da gusto ver algo así hoy en día.
La fotografía es sencillamente sensacional, con la ambientación opresiva del barrio, casi en blanco y negro. El guión no tiene fisuras, pues todo lo fundamental acaba encajando, los detalles menos importantes tienen una componente pelín paranoica, al fin y al cabo, que tire la 1ª piedra el que no haya sido un poco neurótico en su vida…
Jennifer Connely, excelente, clava su personaje, ya desde el primer momento sabemos que está con problemas. 2 buenos secundarios como Tim Roth y Pete Postlethwaite hacen el resto (y el casero, que no se cómo se llama).
Angelo Badalamenti compone una banda sonora muy sentida, sin estridencias, y así sabemos que existe para alguien más que para David Lynch. Porque aquí ya hay un fenemenal director, el brasileño Walter Salles. Qué ganas de ver estación central de Brasil o diarios de motocicleta, dicen que son muy buenas…
Lo mejor: el papel de Jennifer Connelly y la puesta en escena.
Lo peor: la cría a veces es repelente.
En definitiva, le damos un 8.
¡ah¡ y no hay anuncios dentro de la película, ni primeros planos de la
parrilla de un coche…
Salles, ante el obstáculo de revisionar una peli tan reciente y enfrentarse a un guión ya flojito en la primera versión, decide hacer hincapié en el aspecto psicológico de la protagonista y en un suspense contenido, nada estridente. El personaje está definido por tanto, hay una preocupación en ese sentido que es de agradecer (aunque sea algo superficial, inevitable si la peli, en el fondo, no va de eso). Tanto que a ratos parece que son esos aspectos los que consumen la película, tanto que la extravagante y fantasmagórica situación está fenomenalmente relacionada con las dudas sobre el equilibrio mental y emocional de la protagonista (la realización va más en ese sentido que en trazar un suspense al uso). Aquí, como digo, Salles intenta dotar de mayor calado la historia que cuenta desde unas pretensiones más sensatas y sólidas que la cinta original.
Espléndido reparto (con una Connelly cada vez más actriz y grandes secundarios) y una factura muy cuidada, nada gratuita. Sin abusar del susto ramplón.
Una peli que aburrirá a una amplia mayoría por su plácido y nada recargado sentido del misterio, y cargará bastante a otros por los tópicos de fantasma buscando… (spoiler*), y por la ya referida inconsistencia de un guión tópico en cuanto al suspense y en cuanto a la resolución (spoiler**)
Tampoco gustará a aquellos que deseen un thriller sobrenatural al uso. Éstos, probablemente, responderán con bostezos al drama que el director intenta camuflar entre litros y litros de agua embarrada y pasillos abandonados.
A los demás, les recomiendo fijarse en la tez blanca de la Connelly, en su frente perlada de sudor ácido, en su pelo pegado a la cara… Ella y la construcción visual de Salles se enfrentan, con su talento como única defensa, a un guión tosco, autocomplaciente, y a las ansias de reiteración que parecen guiar la gestación y ejecución de films de este tipo. Y yo creo que no salen derrotados. Creo.