Conan, el destructor
Sinopsis de la película
La poderosa Reina Taramis promete a Conan hacer volver a su amada del Reino de la Muerte, pero con una condición: debe traerle un legendario cuerno con piedras preciosas incrustadas y a una bella y joven princesa. Lo que Conan ignora es que la Reina quiere utilizar el cuerno para despertar al durmiente dios Dagoth y sacrificarle a la princesa. Enfrentado con enemigos mortales y sobrenaturales, Conan debe convocar a las fuerzas del Bien para derrotar a Taramis e incluso al mismísimo dios Dagoth.
Detalles de la película
- Titulo Original: Conan the Destroyer
- Año: 1984
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
Película
5.6
28 valoraciones en total
Divertida.
Con una estética y ambientación mas cercana a los cómics de Conan, el que diga que no, no los ha leído en su vida, pues en la de John Millius, pese a ser una obra maestra, se inventaron muchos conceptos que nada tenían que ver con el universo de Howard, mezclandolos con la mitología escandinava, ya que el director es un amante de las historias de vikíngos,.
En esta, lo que nos ofreció un veteranísimo Richard Fleischer, con 70 años ni mas ni menos cuando la rodó, es una entretenidísima película de aventuras y fantasía, repleta de acción y sentido del humor y mostrando esos enormes e increíbles reinos que se nos mostraba en los cómics.
Schwarzenegger está aquí mucho mas activo, habla mas, interactúa mas con los personajes de su alrededor y muestra también su faceta mas cómica. Su compañero y criado Malak , interpretado por el genial Tracey Walter, uno de esos actores que uno ve en todas partes, es el que lleva la parte mas cómica y desenfadada del film.
El gigantesco Mombaata, encarnado por el legendario jugador de baloncesto Wilt Chamberlain, uno de los 50 mejores de la historia, según la NBA, el guardaespaldas de la joven ingenua y algo irritante princesa Jehnna, Olivia d Abbo.
Sarah Douglas, es la bella y malvada , o quizás manipulada por los sacerdotes del culto a Dagoth, Taramis, reina de Shadizar, , y que todavía me duele ver lo terriblemente desaprovechada que está, ya que su personaje daba para mucho más.
Mas adelante se unirán a ellos el ya fallecido actor Mako,como el mago Akiro, único actor junto a Schwarzenegger y el camello, que repiten en la secuela. Y como no, Zula, una Grace Jones ultra-sexy y mas exótica que nunca.
La película no es una Serie B, como muchos piensan, ya que contó con un presupuesto entorno a los 18 millones de dólares , superior al de la primera, aunque no los luzca como es debido, ya que los efectos especiales a día de hoy son totalmente infantiles y cutres. Sin embargo la ambientación en ese maravilloso país que es México , con sus desiertos y valles, es fascinante y encaja perfectamente en el universo del héroe.
Es cierto que no es mejor que la primera, pero es que de todos modos el enfoque es distinto.
En la primera se trataba de presentar a un personaje, con un tono completamente adulto, no era ni de coña para críos, lo que hizo que fuera machacada por las críticas, que la tacharon de pseudo-pornográfica y de estar realizada por un psicópata ,para una futura trilogía que nunca se realizó, y aquí lo que tenemos es una película de aventuras, entretenida, ligera, muy divertida, y que aún con sus defectos resulta superior a la mayoría de bodrios, del género de espada y brujería, de eso no cabe duda.
No tengo por qué hacer el papel de abogado del diablo pero pienso que algunos son demasiado despiadados con esta película.
Vamos por partes. Para empezar no es de serie B. Su presupuesto fue ligeramente inferior a la primera parte, pero es verdad que el pellizco que se llevaron los actores era más grande, por lo que de otros sitios había que quitar.
Desde un punto de vista objetivo, Conan, el destructor está mucho más cerca de los cómics de la colección que la anterior. El que diga lo contrario no los ha leído nunca.
Hay que comprender otro aspecto, el público al que está destinado. Conan, el bárbaro no fue calificada apta para todos los públicos y eso en este negocio cuesta mucho dinero. Conseguir que fuera para todos los espectadores suponía se quiera o no alejarse algo del original. También Spielberg lo hizo en la segunda entrega de Indiana Jones y la gente no protesta.
Y luego tenemos muchas cosas buenas, sigue la extraordinaria música de Poledouris, genial fotografía de Jack Cardiff, y uno de los repartos más curiosos de la historia del cine, y es que juntar entre otros a Grace Jones o Wilt Chamberlain merece ser visto. La actriz Olivia dAbo que hace de princesa tiene un erotismo especial, y sobre todo continua Arnold Schwarzenegger, un hombre que nació para este papel.
Ya sabemos que no es la mejor película de Richard Fleischer, pero tener setenta años y hacer este tipo de películas, no lo hace cualquiera, y además resultó un exitazo en taquilla.
Si nos olvidamos de la primera entrega, absoluta obra maestra, Conan, el destructor es mejor de lo que hemos querido ver durante muchos años.
Nota: 5,4.
De acuerdo, no es Conan, el Bárbaro pero aún así la película que dirige Richard Fleischer resulta interesante. Es cierto que comparada con su antecesora se percibe un tono diferente, más aventurera, más liviana, más de humor, menos estética, peor película que la anterior. Pero de todos modos, resulta Conan, el destructor un entretenimiento más que aceptable.
Quizás ayuda sobremanera a que la cinta atraiga el gusto personal por el género de espada y brujería. Una historia sencilla, templos por aquí, castillos encantados por acá, unos cuantos combates a espada aceptables, magia por un tubo y la presencia de Conan hacen que el visionado te deje una buena sensación.
Creo que la presencia de tantos personajes distrae un poco de la historia y hasta puede que sobren más de uno de ellos ya que por ejemplo Grace Jones no se sabe bien que aporta a la trama. Aún así, y pese al arcaísmo de los medios técnicos, algunas secuencias resultan atractivas como la de la sala de los espejos. Y la música de Basil Poledouris sigue siendo igual de bella que en la anterior entrega.
Conan el destructor puede considerarse más una historia de espada y brujería que una historia sobre Conan. Es una película comercial, sencilla y sin complicaciones, bastante plana (tanto como una de las protagonistas femeninas , Grace Jones), simplona, y heredera directa de su predecesora en lo relativo a decorados, vestuario y ambientes, cuyo tratamiento se empobrece notablemente en comparación con el Conan de Milius.
Es más que notable el descenso en la calidad del film, que también se hace patente en la dirección de actores, los efectos especiales (parecen del todo a cien) y los escenarios (gran parte acartonados). Por desgracia, la peli cuenta con un par de decorados-maqueta totalmente fuera de lugar, así como 2 monstruos de goma de andar por casa, que dejan al equipo técnico a la altura del betún, aunque quizás todo se debió a la racanería del productor, Dino De Laurentiis.
La impresión que se obtiene, tras visionar este Conan el destructor es la de que se ha estado asistiendo a una divertida película de serie B, muy intensa, muy entretenida, pero también muy irregular. Arnold Schwarzenegger, aún en proceso de aprendizaje como futuro actor del género de acción, está correcto en todo el metraje, lo mismo que el actor japonés Mako (el mago Akiro), Sarah Douglas (Taramis, la reina, quien también salió en Superman 2) y Olivia D´Abo, la princesa casta y pura que se derrite por los pectorales del bárbaro y es capaz de ofrecerle el oro y el moro para que se quede con ella y la libere de su condición de virgen.
De todos modos, no se requieren grandes dotes artísticas para interpretar a los personajes.
Pobres, muy pobres son, sin embargo, las actuaciones de la cantante Grace Jones y el jugador de baloncesto Wilt Chamberlain, quienes se equivocaron notablemente al cambiarse de profesión y se adentraron en un terreno resbaladizo para ellos, lleno de trampas para personas famosas que no tienen dotes interpretativas. Grace Jones interpreta a la típica mujer salvaje y despiadada, la cuál no para de hacer muecas (como de costumbre) durante toda la película, y solamente aporta la dureza de un rostro peculiar que en su día llamó la atención en el colectivo lésbico de los `80 y que hoy está pasado de moda. En cuanto a Wilt Chamberlain, consiguió parecer tan SOSO (no sabemos si por culpa del director o por méritos propios) que el propio Schwarzenegger, aún estando a años luz de convertirse en un buen actor, al lado de Chamberlain parecía Gene Hackman.
En resumidas cuentas, una segunda parte entretenida, llena de gazapos, muecas, bastantes fallos y descuidos, filmada para salir del paso y a años luz del Conan de Milius, que a pesar de las críticas, hasta hoy no ha sido (ni será) superado.
Muy buena banda sonora de Basil Poledouris, quién empleó para esta secuela varios temas del primer filme (por no decir todos).
Conan el destructor se cargó lo que podía haber sido una trilogía de puta madre.
Segunda parte para olvidar dentro de una trilogía que nunca vió la luz. Parte del argumento inventado por Stone/Milius para la primera película. Ésta película toma como hilo conductor, como leit motiv, la muerte de Valeria y la promesa a Conan por parte de la reina de Shadizar de resucitar a esta.
De este prometedor inicio parte una película finalmente intranscendente en el devenir de nuestro forzudo cimmerio. Una aventura entretenida y pueril para los espectadores menos exigentes. El resto, o se abstiene, o debe rebajar sus expectativas ya que este film está muy por debajo en calidad a la primera parte, a pesar de contar con parecidos recursos.
Planeada para aprovechar el tirón de Conan el bárbaro , sirve de lucimiento a Schwarzenegger y de promoción a pseudo-actores como Grace Jones y Wilt Chamberlain, estos dos últimos, a pesar de todo, no cumplen mal sus roles, sobre todo Jones, convincente en su papel de ladrona histérica y aguerrida, menos convincente un Chamberlain demasiado hierático. Sugerente Olivia D´Abo en el papel de inocente y curiosa princesa. Cumple Sarah Douglas en su papel de reina Taramis y chirría un poco Tracey Walter en su papel de bufón, aunque sin llegar a ser molesto. Y el prota, Arnold, con más tablas que en la primera parte, cumple bien con su papel de bárbaro rudo y mandón, incluso no está mal en la escena como Conan borracho.
Estupenda fotografía y dirección casi televisiva. Destacan negativamente algunas caracterizaciones como los monstruos y algunos escenarios que no disimulan el cartón piedra. Destaca positivamente el diseño del palacio de cristal. La música, excepcional, lo mejor de la pelicula. El maestro griego apenas toca las composiciones originales y añade alguna meritoria.
Desilusionante como continuación de Conan el bárbaro , entretenida como simple película de aventuras.