Ares (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2020). 8 episodios. Tras el extraño accidente de un amigo suyo, Rosa descubre que detrás de la sociedad secreta a la que se han unido se ocultan secretos horribles de la historia neerlandesa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ares (TV Series)
- Año: 2020
- Duración: 30
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Opinión de la crítica
Película
4.7
59 valoraciones en total
Hacía mucho tiempo que una serie no me generaba sentimientos tan encontrados como ‘Ares’. La serie holandesa que puedes ver de corrido (si es que eres capaz) en Netflix es como poco compleja en su presentación.
No es tanto que la serie es difícil de entender porque su trama sea de una novedad pasmosa o porque las premisas no las hemos visto mil veces antes. Es más bien lo contrario, no presenta nada nuevo bajo el sol que no para de brillar en el mundo de las series.
De sociedades secretas estamos bastante puestos, tanto en cine como en literatura, y ‘Ares’ como sociedad no da miedo ninguno ni aporta nada nuevo creativamente hablando.
Se trata de una sociedad elitista que busca autoproteger a los que más tienen económicamente, cubriéndose las espaldas los unos a los otros mientras viven de fiesta en fiesta, tomando tantas drogas como les viene en gana y mostrando un completo desdén al mundo que les rodea. Para que nos hagamos una idea de la exuberancia que se muestra solo analizar mínimamente las imágenes que se presentan en el post para ver que algunas de las escenas se desarrollan dentro de una de las más importantes pinacotecas el mundo como es el Rijksmuseum.
Ese elitismo y lujo vuelve a presentarse de nuevo con los que se suponen tendrán que gobernar y llevar las riendas del país en años venideros. Se utiliza a jóvenes que ansían el poder por encima de todo para representar a una sociedad cada vez más decadente en este aspecto. Hay, eso sí, en ‘Ares‘ una fuerte crítica social reflejada en cada uno de sus personajes. Desde la protagonista que cambia radicalmente su forma de ser y pensar una vez se le presenta la oportunidad de aspirar a metas que previamente estaban fuera de su alcance por su estatus social, hasta el joven que teniéndolo busca huir de un mundo de egos frágil y peligroso gobernado por un ente que reside en el fondo de un pozo.
Las metáforas y las referencias mitológicas intentan crear un aura fantásmagórica a la par que misteriosa intentando con ello enganchar al espectador. Ciertamente lo consigue, pero lo hace no gracias a esto, sino a sus muy cuidadas localizaciones y elegancia visual. Las escenas son frías, elegantes y brutales a partes iguales. No descansamos sensorialmente hablando y al menos la tensión se mantiene a lo largo de todos los episodios, que además tienen una cadencia rápida lo cual siempre trabaja a favor de las series.
Dentro de la historia, y en capas que quedan muy escondidas bajo esa muestra del tejido social capitalista aberrante y egoísta, encontramos historias de superación, de aceptación y de venganza. La historia tiene mucho hilo del que tirar, el problema es que es solo al final de la serie cuando comenzamos a disfrutar de todo esto, lo cual hace que si no eres capaz de llegar al final no disfrutes de la parte buena de la misma.
Si te gustan los thrillers psicológicos con tintes de terror este al menos te permitirá expandir fronteras y te aseguro que al menos disfrutarás de una serie visualmente muy conseguida que destaca por su calma y colores fríos además de un vestuario y maquillaje de alta categoría.
2.9/5
Crítica para Magazinema.es
https://www.magazinema.es/ares-poder-violencia-y-elitismo-en-version-holandesa/
Si uno oye que hay una serie de intriga holandesa, con una factura a la inglesa, y una serie de componentes tan de moda, o ya no tanto, como las sociedades secretas, codigodavinchianas … o así… pues se mete en NETFLIX y la ve…. pero al cabo de… pero no.
La serie pretende ser sofisticada, el reparto – por desconocido para la mayoría entre los que me incluyo – tiene el atractivo de ver caras nuevas, y que no lo hacen mal, la producción está a la altura, incluso dentro del género de suspense, intriga, terror eyes wide shut que pretende (y es una película de Stanley Kubrick que no me gusta demasiado)…. parece que se pone en marcha, prometiendo un desarrollo… pero no.
Aquí no hay guión, los personajes son superfluos y planos, (y si redundo me da igual), ni la protagonista tiene tirón, ni los malos asustan… en fin.
No es porque sea una serie holandesa… igual me da que sea eslovaca, de Utrera, o del barrio de la Viña… es que no.
No se puede hacer nada sólo a cabezonadas de una pretensión de parecer lo que no es.
Si no hay entusiasmo, ganas, desparpajo, y el guión podrá ser mejor o peor…. se produce esta intrascendencia tan flojita.
*¿Quién hay detrás de la serie ‘Ares’?
Vamos a ponernos en contexto antes de entrar en el meollo de lo que sucede. Ares es una serie holandesa creada por Pieter Kuijpers, Iris Otten y Sander van Meurs, y que está escrita por un grupo creativo de guionistas que se autodenomina Winchester McFly. Como curiosidad, hay que comentar que Ese nombre surgió de la combinación del apellido del protagonista de la saga de Regreso al Futuro con el nombre del bar donde pasan sus horas muertas los protagonistas de Zombies Party (Shaun of the Dead), dos películas que aman Matthijs Bockting, Michael Leendertse, Sarah Offringa, Joost Reijmers, Pieter van den Berg y Thomas van der Ree.
En esta primera temporada los capítulos están dirigidos por Giancarlo Sanchez y Michiel ten Horn. Mientras que entre el reparto encontramos a caras poco conocidas por estos lares como las de Jade Olieberg, Tobias Kersloot, Lisa Smit, Frieda Barnhard, Hans Kesting, Rifka Lodeizen, Robin Boissevain, Jennifer Welts, Steef de Bot, Jip van den Dool, Janni Goslinga y Dennis Rudge, entre otros.
*¿De qué va ‘Ares’ y cuáles son sus influencias visuales?
Ares nos cuenta la historia de una joven ambiciosa en plena etapa universitaria, estudiante de Medicina, que busca integrarse en una sociedad exclusiva reservada para la élite de Amsterdam. Una vez dentro, descubrirá los misterios que la sustentan y el precio que todos tienen que pagar para formar parte de esa sociedad privada de la que no está permitido huir.
Lo primero que hay que decir es que, probablemente, Ares no es la serie que esperas encontrarte en Netflix. No tiene nada de comercial o convencional y se adentra en terrenos inexplorados hasta ahora por la ficción que se produce en esta plataforma televisiva. Con una estética de slasher europeo combinada con la frialdad del thriller nórdico, Ares está imbuida por la sangre de un Argento estilizado y, tal vez, algo edulcorado, que absorbe en gran parte de sus imágenes la iconografía ambiental del Club Fidelio de Eyes Wide Shut de Kubrick, con orgías bastante más comedidas.
Sin embargo, son sus propios autores lo que citan como referente de Ares a la película de terror Déjame Salir (Get Out) de Jordan Peele. Más que a una influencia estética creo que se refieren al sentido simbólico del terror en su relación con la historia de un país, como analizaremos en el spoiler de más adelante. Tanto la banda sonora de Jesper Ankarfeldt como la fotografía de Stephan Polman y Joris Kerbosch son elementos que me han parecido básicos para la narrativa de la serie y crear esa sugerentes y malsanas atmósferas.
*Profundizando en el mundo onírico de ‘Ares’
En la serie, Ares es el nombre que se otorgó a la sociedad secreta formada por la élite de Amsterdam. En la mitología, Ares es el Dios de la Guerra. Si una organización oculta como los illuminati escogió como símbolo en sus inicios al Mochuelo de Atenea, la diosa griega de la sabiduría, es bastante sintomático que los miembros de la organización de esta ficción prefieran escoger a un Dios helenista que es representado siempre a través de la brutalidad y la violencia.
En la película The brotherhood of the Bell (Paul Wendkos, 1970), el protagonista descubría con estupor que la fraternidad de élite a la que pertenecía estaba formada por gente de negocios muy influyente que obtenía su riqueza y poder a través de prácticas poco honorables. En Ares se nos cuenta algo parecido, pero entrando en un terreno mucho más onírico y abstracto.
Es cierto que la serie puede verse como un mero entretenimiento cercano al terror y simplemente dejarnos seducir por todo su imaginario visual. En ese sentido, Ares tiene momentos brillantes y algunas ideas bastante locas que harán disfrutar a los amantes del fantástico. Reconozco que puede desgastar a un público menos acostumbrado a lidiar con el surrealismo metafórico, porque durante la mayor parte de la trama estaremos perdidos sin entender mucho de lo que está sucediendo.
Conclusión
Ares es un sorprendente thriller psicológico con una apuesta visual muy atractiva. Misterio, sangre y ambición se combinan en esta serie holandesa sobre una sociedad secreta que reúne a la élite de Amsterdam y cuyos miembros esconden secretos inconfesables. Una buena atmósfera que engancha durante los 8 capítulos de 30 minutos de duración, ideales para montarte una maratón palomitera en casa.
Ares no es lo que te esperas. Apuesta por lo onírico y metafórico, combinando la estética del slasher y el thriller nórdico, con referencias puntuales al cine de Argento y Kubrick. Un buen producto que satisfará a los fans del cine de género más abstracto.
Escrito por Daniel Farriol
Más bien, no creíble.
Bien es cierto que cuando alguna serie o película tiende a la sobre explicación, se la tacha de pretenciosa. Entonces se recurre a lo contrario. Al misterio sin explicaciones, o con explicaciones vagas, que el espectador saque sus conclusiones, y con los hechos ocurridos en la serie, confirmarlo. El problema es que si se hace sin ganas, sin transmitir nada, no resulta efectivo.
Nos dicen en la serie que Ares te lleva a la grandeza, que gracias a ellos Holanda es tan poderosa, pero nunca llegas a ver ninguna muestra de ese poder. De hecho, la protagonista se cree que son una asociación de alumnos pijos , que se creen los reyes del mambo. Y de buenas a primeras, la protagonista quiere ser parte de ellos, sin haber tenido una verdadera muestra de esa fuerza, salvo que su amigo les tiene un miedo terrible.
Y ya está, son 8 capítulos en los que la única muestra de fuerza que vemos por parte de la secta es que se enchufan unos a otros, para llegar a posiciones de poder, o acceder a becas exclusivas.
Y el misterio, flojo.
Una de las constantes preguntas que hacen en Ares es ¿nunca os habéis preguntado por qué los Países Bajos son una gran potencia a pesar de ser tan pequeño?, poco a poco nos van desgranando de dónde viene tanto poder y cómo lo mantienen, o mejor, a qué precio. Algo en lo que incide mucho la serie también es en el precio que hay que pagar y el sacrificio que hay que hacer para estar en la cumbre y mantener los privilegios. La ficción holandesa nos acerca al mundo de las élites y de lo oculto. La idea de las sociedades secretas ya se ha tocado mucho en el mundo del cine, pero mucho más en el americano, por eso Ares es interesante, porque nos acerca al cine europeo y se agradece ver este tema desde nuestro punto de vista.
El guion lo firman los Winchester McFly, un colectivo de escritores de Amsterdam. El nombre no es al azar, Winchester es el nombre del pub en la comedia de terror Shaun Of The Dead, McFly se refiere a Marthy McFly de Regreso Al Futuro.
Merece la pena verla. Los actores no son conocidos, al menos en nuestro país, pero trabajan todos muy bien, tienen ganas y te los crees. En este caso la apuesta de Netflix ha sido acertada y esperemos una segunda parte igual o mejor.