Annabelle
Sinopsis de la película
John Form encuentra el regalo perfecto para su mujer embarazada, Mia: una preciosa e inusual muñeca vintage que lleva un vestido de novia blanco inmaculado. Sin embargo, la alegría de Mia al recibir a Annabelle no dura mucho. Durante una espantosa noche la pareja ve como miembros de una secta satánica invaden su hogar y los atacan brutalmente. No sólo dejan sangre derramada y terror tras su visita…los miembros de la secta conjuran a un ente de tal maldad que nada de lo que han hecho se compara al siniestro camino a la maldición que ahora es… Annabelle.
Detalles de la película
- Titulo Original: Annabelle
- Año: 2014
- Duración: 98
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Opinión de la crítica
4.5
66 valoraciones en total
Anabelle es un spin off de El Conjuro, y narra el origen de esta diabólica muñeca, y que por momentos intenta aterrarnos con los mismos trucos que su predecesora, e incluso tiene una clara influencia de la también aterradora Insidiuos (Parte 1 y 2), pero no logra su objetivo.
Para nadie es un secreto que el terror utiliza los mismo trucos para asustarnos, y desde mi punto de vista eso no está mal. El problema radica en el manejo que se le haga a esos recursos, es decir, lo predecible debe jugar a favor del film, y no al contrario. Para lograr esto se requiere de un gran ingenio, buen manejo de cámara y una música acertadísima., todo esto llevado de la mano de un buen director. En el caso de Annabelle, tenía todos los elementos para la perfección, a excepción de su flojo guión pero también está comprobado que en el género del terror esto es lo de menos, pero la película decepciona.
Creo que mi decepción radica en que tenía muy altas las expectativas por tratarse de un producto de James Wan. Este señor es el creador de la saga de Saw, y el director de Insidiuos 1 y 2, y de El Conjuro, pero Wan ha decidido cambiarse de género, y ahora está en sus manos la continuidad de otra saga (Rápido y Furioso).
Tengo la certeza que el género de terror cuyo soporte sea lo sobrenatural (como en el caso de Annabelle), no será lo mismo sin James Wan. Annabelle contó con el infortunio de ser creada por James Wan en El Conjuro y no tener la pericia del mismo en su protagónico. En éste caso, su director es John R. Leonetti, quien tiene en su filmografía un corto historial de películas y de mala referencia (El Efecto Mariposa 2 y Mortal kombat), y se nota su poca experiencia en el tema.
Hace ya mucho, mucho tiempo, que se anunció un spin-off de Expediente Warren: The Conjuring, la película de terror que revolucionó las salas de todo el mundo el verano pasado demostrando que no era necesario crear una fórmula nueva, usar la fórmula de siempre planteándola como es necesario puede ser suficiente para hacer terror de verdad. Situación clásica, suspense mantenido y sustos bien puestos, una orgía de clichés bien enlazados que siguen dando como resultado una película de verdad. Algo parecido a lo que hizo It Follows, devolviéndonos a los slashers clásicos, tales como Halloween o Pesadilla en Elm Street. Lo de Annabelle es un quiero y no puedo constante. No sé si en parte intentaba homenajear a este subgénero clásico o reinventar el cine de muñecos diabólicos dándonos una muñeca que dé miedo de verdad. Sea cual sea el caso, Annabelle no está ni de lejos a la altura.
Esta vez es John R. Leonetti quién dirige el filme. Todos empezamos a sospechar cuando James Wan se desvinculó del proyecto dejándolo en manos de su director de fotografía en Expediente Warren: The Conjuring (entre muchas otras), pero se ve que el célebre director americano ya tuvo muñecos diabólicos para toda una vida con Silencio desde el mal, quizás su única película que no ha sido un éxito de crítica y público. El cine de Wan puede gustar más o menos, pero es innegable que es capaz de crear momentos de verdadera tensión (que levante la mano el que no sufriera durante la primera mitad de Insidious por mucho que también sufriese de distinto modo el segundo tramo del filme), Leonetti, por otra parte, hace gala de su inseguridad en estos aspectos, quizás debido a que su carrera como director es más que corta, habiendo dirigido solo secuelas de baja cuna, tales como Mortal Kombat: aniquilación (1997) y El efecto mariposa 2 (2006). Sí, el listón estaba alto, pero un cine conservador del que solo son destacables unos planos meramente estéticos y un par de sustos bien colocados no bastan para cubrir el expediente.
Annabelle es deficiente se mire por dónde se mire, su trama no engancha, sus actores no son capaces de hacer que el público empatice ni un ápice y su previsibilidad cierra la puerta a cualquier susto efectista que se intente durante el largometraje, por mucho que se valga de música estridente y de muñecas con malas pulgas. Estamos ante un momento crítico para el cine de terror. Su función es aterrar, adentrarse en tus pesadillas, pero es algo que no consigue desde hace décadas quitando contadas excepciones y son producciones como Annabelle las que están haciendo que superar estas dificultades sea cada vez más difícil. En definitiva, podríamos asegurar que hubiera sido más importante para el cine en general un crossover amoroso entre Annabelle, Chucky y Slappy, de la mítica serie Pesadillas, al menos habrían conseguido que nos riésemos en vez de sumergirnos en esta aventura que más que solo consigue dar sueño. Da que pensar que esta muñequita consiga dar más miedo en 15 minutos de Expediente Warren, que durante todo un largometraje dedicado a ella.
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Qué le voy a hacer. Ya sabía que no iba a ser gran cosa. Pero es que la mirabas a los ojitos… y quién le decía que no.
Me hecho adicto al universo Wan (ya sé que esta no la dirige él, pero como sí) y es que soy muy de demonios.
Y esta película… pues tiene uno que se lleva casi todos los mejores momentos del metraje.
Por lo demás el típico planteamiento chorra de siempre. Matrimonio joven, ella como casi siempre la puteada, muñeca que hasta recién comprada daba yuyu, ritos satánicos, bebé indefenso de por medio, niños raros, santona metomentodo, bla, bla, bla…. (mis sesudas reflexiones sobre el tema para el spoiler)
Como deduciréis de mi anterior párrafo Annabelle no supone ninguna revolución, pero está bien contada (asumiendo las típicas lagunas argumentales de este tipo de filmes) y excelentemente rodada. Si uno se deja tiene como media docenita de sustitos.
En mi opinión el momento del film es la escena del ascensor.
Eso sí, el final, el final…. Qué anticlimático j**er. Qué remate más cutre (seguramente pensando en la segunda parte los muy usureros). Y ahora los spoilers.
Sin el menor atisbo de inteligencia el director de fotografía de The Conjuring le echa un morrazo increíble y se saca un spin off de la manga con la espantosa, por fea más que por terrorífica, muñeca de aquella genialidad y mete tres sustos baratos, mucha subida de volumen y poco más… Bueno, si, unos personajes planos, absurdos, con situaciones ridículas, y una promoción de esas tontas y gratuitas por parte de nuestros vecinos franceses cerrando cines…
Lo dicho, un truño como mi puño.
Ya podía haber aprendido algo de la genialidad y el talento espectacular de Wan.
Sobrevivir a James Wan es complicadísimo, sobre todo teniendo en cuenta que viene de dirigir la mejor película de terror de los últimos años, Expendiente Warren . Pero las cosas como son: Annabelle es una película dignísima, que John R. Leonetti salva con habilidad y talento en la cámara. El que en su momento firmase Mortal Kombat Aniquilación se dedicó durante unos años a ser el segundo de abordo de Wan, ocupándose de la fotografía de sus películas hasta que ahora vuelve tras la cámara. Y ha aprendido mucho, está claro, no sólo sabiendo gestionar los recursos que tiene a su disposición sino sacándose de la chistera un film de estilo clásico, reposado, que se controla a la hora de incorporar sustos de subida de volumen, también en lo visceral y explícito, algo que quizá puede contrariar a quien espere un exploit barato del film precedente ( Expediente Warren) pero que a mi, honestamente, me ha sorprendido para bien.
La mayor pega que se le puede poner a Leonetti, que a su vez es también su gran logro, es que no se separa del universo creado por James Wan a nivel estético y temético. Lo primero viende serie porque la configuración visual de aquella estuvo diseñada -en parte- por él, por lo que no podemos hablar de una copia cuando en un porcentaje esto es suyo, en lo segundo, me parece meritorio porque todo aquello que Wan ha sabido explotar desde su segunda juventud ( Insidious en adelante, si bien en Dead Silence también existía) está aquí presente: la forma de abordar la familia perfecta e introducir una brecha/conflicto que va a terminar con esa tranquilidad, que siempre suele recurror a lo sobrenatural pero atrapado en el mismo plano de realidad que el mundo terrenal, la presencia -aquí de forma central, claro- de muñecos u otros talismanes que sirven como metáfora del cuerpo como recipiente para el alma, los demonios que se mueven en las sombras pero actúan de forma frontal, Annabelle podría estar firmada por James Wan y no desentonaría, y no lo digo de forma liviana: todo está aquí.
El tratamiento de lo sobrenatural y cómo afecta a la realidad es de la misma forma idéntico al de las obras precedentes, y habría que ver qué ocurre con Insidous 3 (dirigida por Leigh Whannell) para tratar de entender si la extensión de Wan en el género viene exclusivamente incorporada a sus colaboradores estrechos o sencillamente se entenderá, por fin, que el mérito de Wan no es inventar nada sino recuperar lo clásico y plantearlo de forma virtuosa: con una cámara que serpentea en los entornos y por una capacidad magistral para crear segmentos de casa del terror. No es Annabelle una película extraordinaria, no me entendéis mal, tampoco es tan buena como Expediente Warren , pero es tan inteligente en cómo utiliza sus herramientas que me parece injusto que se esté atacando al film por algo que no es lo que uno busca, sino lo que sencillamente, Leonetti quería que fuera.
Dicho de otra forma y sencillamente como detalle de algunas de las virtudes del film, podría destacarse la limitación de los sustos de subida de volumen (escasísimos), un par de planos secuencia bien integrados, y sobre todo la forma en que se filma a Annabelle en sí y cómo se controla su presencia en pantalla y acciones. No es Chucky de Muñeco diabólico, no coge un cuchillo y ataca a la gente. El cine de James Wan no es así y el de Leonetti, al menos aquí, funciona como una extensión de aquel. Dicho lo cual, si os gusta Wan ésta tenéis que verla. Toda una sorpresa, y eso que era una víctima fácil sobre la que arrojar ataques.